martes, 23 de enero de 2007

Sobre la adopción de niños por parte de las parejas gay

Hace algunos dias en la televisión colombiana pasaron una noticia en los noticieros de los dos principales canales privados de bogotá. Una niña llamada Carla Giraldo, famosa por sus escándalos, presentó en sociedad a su novia, Natalia… algo. ¡Ah perolata que se armó!

Esta podría parecer una noticia intrascendente. Para quienes no lo sepan, Carla Giraldo es famosa por haber pasado de ser una simple estudiante de colegio público, hija de una aseadora del canal RCN, a ser una pequeña diva, protagonista de una telenovela llamada “Lolita”, cuyo sólo nombre nos revela ya su contenido. Tras eso, ha sido la niña escandalosa del país. Fue novia de uno de los de Salserín, o de Sandy y Papo, o de Celina y Reutilio, poco importa. Tenía fama de haber pasado por la cama de todos los participantes de “Francisco el Matemático”, rodaron por Internet fotos de ella empelota tirándose a algún camarógrafo y un video que no vi… un montón de cosas, se insinuaba que estuvo en un centro de rehabilitación de drogas y un montón de cosas que no pasaban de ser rumores. Su último escándalo es haberse empelotado ante las cámaras de la revista Soho dando unas declaraciones bastante calenturientas. Bueno, allá ella. Actuó en una novela que no llegó a los 15 días de emisión y ahora se robó como 2 minutos de los noticieros anunciando su amor y que se va del país. Lleva 6 meses de noviazgo y aparenta ser feliz.

Las imágenes del noticiero del canal Caracol fueron un tanto más crudas, la mostraron besándose, cosa que en verdad me molesta porque no me gusta ver gente besándose, llámenme como quieran pero me parece detestable. Además, tengo que decir que esa pareja no me gusta para nada, en efecto, la una está demasiado dotada para mi gusto y la otra es muy espaldona, cosas que hacen que no me guste una mujer. Pero bueno, allá ellas con sus curiosos gustos. Pero no escribo este post porque no me guste una lesbiana, lo escribo porque quiero insistir en el sagrado derecho que tiene cada quien a hacer de su culo un florero si así se le antoja. Anoche veía en RCN y hace algunos días en Caracol el espacio que muchos no creen que exista: la defensoría del televidente. Una señora retrograda, capitalista y hasta con cara de amargada es el puente entre el ciudadano de a pie y los abusos cometidos por las programadoras. Al respecto, se está tramitando una ley que los obligará a mejorar este espacio tanto en horario (está poco después de la media noche y pasará al prime time) como en contenido (de cinco mendigos minutos pasará a media hora). Estas señoras han manifestado el sincero asco de los de a pie ante la noticia. Como ciudadano de a pie, estoy en desacuerdo con los otros de a pie que se manifiestan contra este tipo de noticias. La defensa de los canales dice que en el mismo sentido no tendrían que anunciar chismes sobre parejas heterosexuales en las secciones de farándula. En efecto, este país es una nación incluyente y que no discrimina por las preferencias sexuales. Tanto así es la cosa que he escuchado, aunque no doy fe de ello, que se permite la convivencia entre un padre y su hija -aunque no entre madre e hijo, nada de incestos psicoanalíticos. Ah, y eso si, no se permite que los malditos maricas y las putas lesbianas tengan derecho a convivir como pareja legalmente establecida. Así es como los ven algunos sectores represivos de la sociedad.

Bueno, podemos decir que es más democrático apoyar a los homosexuales, que la homosexualidad de los pingüinos prueba que no es algo antinatural, y más cosas. No voy a defender ahorita a los homosexuales, sino a atacar su derecho a adoptar hijos. La adopción de un niño por parte de una pareja homosexual no es algo con lo que esté en desacuerdo, si dios no lo permite, la ley debería permitirles tener hijos y listo. Sin embargo, un argumento en contra que escuché en una conversación es que si bien no es causal de enfermedad mental (que feo suena eso) tener dos padres del mismo sexo, o al menos no más que tenerlos de sexo distinto, un hijo de padres homosexuales no será bien tratado en un colegio, por ejemplo, y eso si le puede causar problemas. El argumento me parece irrefutable en el estado actual de las cosas en el país. Si el ciudadano de a pie se escandaliza de esa manera por que en televisión sale una pareja homosexual, no me imagino cómo sería el trato de un “educador” hacia un niño con padres “enfermos” –a esto cabe anotar que la psicóloga del Gimnasio Femenino se manifestó en ese sentido, probando que de poco le sirvió el pregrado, aunque hay al menos dos entrevistadas más que se expresaron en el mismo sentido, creo que una de ellas es del Vermont, pero insisto en que no estoy seguro de éste último. Mi apoyo a los homosexuales, entonces, no puede ir hasta la adopción.

Pero esto puede cambiar, y la legislación colombiana, a pesar de la negativa del presidente, está intentando girar en ese sentido. El presidente se negó en campaña a aprobar el matrimonio gay, cosa aprovechada por los partidos Liberal y Polo democrático para buscar votos en estos sectores, aunque sólo el Polo mantiene su palabra hasta el punto de tener a una travesti entre sus líneas administrativas (aunque eso tampoco me gusta, debería hacerse un par de operaciones más porque está muy fea). Sin embargo, se intenta que el matrimonio homosexual sea Ley de la República ante la mirada pavorosa de sectores de amargados, incluida la iglesia caótica, perdón, católica. Lo primero que tenemos que hacer es que estas relaciones no sean algo de otro mundo, es decir, que tanta gente como se pueda salga del clóset y se case, legalmente y sin chorradas de miedos y esas cosas. Así, con el tiempo, la cosa se hará normal y dejaremos de verlos mal, empezaremos a ver la homosexualidad como algo tan antinatural como la heterosexualidad, entonces apoyaré la adopción. Con el tiempo… ojalá. Negros y mujeres tuvieron que luchar por sus derechos y aún los están consolidando, es tiempo de que los homosexuales empiecen a ganar terreno en los estrados, que ya los ganarán en la sociedad. Llegará el día donde los de a pie verán al homosexual como otro de a pie, y no sentirán asco ni repulsión al saber que una niñita escandalosa eligió ejercer su derecho sagrado e inalienable a hacer de su culo un florero si así le place.

Si, esto es una utopía. Necesito una utopía, un lugar al cual llegar, llámese Europa o como sea. La cuestión es que para lograr una sociedad igualitaria, sin importar su sistema político, por estos pasos hay que empezar a andar. Algún día… ojalá.

8 comentarios:

shaikai dijo...

Según estudios de la Sociedad Psicológica Estadounidense (APA por sus siglas en inglés, www.apa.org) no hay diferencia en general entre la crianza efectuada por una pareja heterosexual y una homosexual. No es ni mejor ni peor. No habiendo ninguna diferencia, se entiende que debería ser posible. Claro, eso no sirve para interpelar lo que usted ha dicho, pero vale la pena mencionarlo.

Pero yendo al grano, tal vez la señora negra que se sentó en el lado de los blancos de cierto bus en Estados Unidos hace décadas ya no pensó que la sociedad no estaba preparada para eso. Simplemente lo hizo. Yo criaría un hijo. No me siento el super-padre, pero hay dos razones importantes, fuera de quererlo:
* Siento el gran compromiso de esa tarea, mientras muchos no lo sienten y así echan su paternidad/maternidad a perder, lastimando con ello a sus hijos.
* Los cambios sociales requieren sacudidas. Sencillamente la sociedad no va a estar preparada para el cambio si no le mostramos que se puede y se debe hacer.

Mhaurizio dijo...

Si, lo de la crianza lo tuve en cuenta, lo que me preocupa en últimas no es que el niño salga mal por sus padres (o madres), sino que salga mal por una sociedad que no está lista para aceptar la diferencia, en palabaras más políticas, una sociedad no democrática (por fortuna es más fácil definir 'filosofía' que 'democracia'). Por eso no apoyo la adopción, lo que me importa es el niño, y con el estado actual de cosas no me parece prudente, y en casos como ese, prefiero los cambios más graduales, pero eso sí existentes y serios, nada de miedos y leyes a medias: tenemos que permitir el matrimonio, espero quecon eso dejen de verlos como "enfermos". Y cuando hablo de futuro, espero que no sean más de 20 años, tampoco espero que sea un cambio tan lento como la consolidación de derechos de otras minorías.

P.d. Sumercé es una ternura mijo, yo creo que sería un gran padre.

shaikai dijo...

Gracias por el cumplido :P. Bueno, dos puntos con respecto a lo que me comentaba. Lo primero es que si bien las cosas no ocurren de golpe, también hay límites para la gradualidad. Es decir, ciertos hitos marcan cambios bruscos, como lo fue Stone Wall para la comunidad LGBT en Estados Unidos en 1974 o la terquedad de la señora afroamericana en los 50s a la que ya me referí. Alguien es el primero, alguien concreto es quien comienza. Y es la acción de alguien concreto la que desencadena un debate social a gran escala.
Por otra parte, las condiciones no son tan adversas, aunque ha habido situaciones. En Estados Unidos ya es un asunto conocido (incluso en Next, un programa que pasa MTV, uno de los participantes declaró que tenía "dos mamás"). Mucha gente heterosexual es tolerante, comprensiva y puede jalonar cambios. Una recomendación a una pareja homosexual que decida criar hijos es rodearse de gente así, proceso en el que pueden cooperar mecanismos ya existentes, como las ONG (Colombia Diversa, p.ej.) y el Centro Comunitario LGBT de la Alcaldía de Bogotá. Así se puede incluso recabar información acerca de qué colegios son más favorables.
El asunto a la larga es este: los riesgos sociales no pueden ser desconocidos, pero si se espera a que se den las condiciones éstas pueden no darse. Se sabe bien que no será el año entrante cuando la sociedad asimile que dos personas del mismo sexo pueden criar un hijo tanto como una pareja heterosexual, y ni siquiera podemos tener certeza de que eso ocurra. Pero es necesario hacer los esfuerzos, los cambios los hacen personas. En lo personal me siento comprometido al respecto.

Anónimo dijo...

Sería chévere que los posts no fueran tan largos, porque aburre mucho. Además, le recomendaría mejor prosa y menos chistes...Todo bien ja ja ja

Mhaurizio dijo...

quien es este anónimo? estoy abierto a las críticas, aunque debo señalarle que no es la primera vez que las recibo. Igual ete blog está pensado para ser de una persona que escribe mucho a usuarios que leen mucho, aunque hay que decir que aveces me paso. En cunato a los chistes... no pienso cambiar eso, es parte de un proyecto mayor de vulgarización de las opiniones.

Por otra parte...tu has leido, por lo visto, todos los posts de este lugar, así que es bie curiosa tu posición. Te invito a presentarte,y a regresar cuando quieras, comentar lo que quieras, que acá no moderamos los comentarios y las críticas son bien recibidas cuando no son ofensivas para nadie y realmente muestran una opinión a favor o en contra de mis desvaríos.
Gracias por tu visita y te esperamos de nuevo en la esquina donde la vida es lo que parece ser

Anónimo dijo...

¿y en cuanto a la mejor prosa?

Anónimo dijo...

NO ME GUSTA PARA NADA SU MANERA DE EXPRESION... LE FALTA MUCHO POR APRENDER! ASISTA A UNA ESCUELA Y DEJE DE ESTAR ESCRIBIENDO ESTUPIDESES

Mhaurizio dijo...

1. No sé qué tendrá el mundo contra mi prosa pero bueno... no tiene por qué gustarle a todo el mundo, no me gusta la de Saramago sin que eso haga que no sea uno de los grandes.

2. ¿Qué más debo aprender? ya estoy empezando a proponer, por eso tengo este blog.

3. No quiero volver a la escuela, quiero seguir asistiendo a la universidad, pero según ud. ¿debo seguir asistiendo como estudiante de posgrado o como profesor? Diga a cual renuncio y lo considero.

4. EstupideCes. Le falta escuela a otro... Ahora bien, es evidente su incapacidad para argumentar y sospecho que es la misma persona que entró a mi otro blog (el de msn) a dejar un comentario igualmente ofensivo (tienen la misma pésima ortografía y escriben con en mayúscula). No acepto insultos de alguien venido de cali que un domingo en la mañana se pone a buscar en google fotos de Carla Giraldo y su novia, lee el post en 4 minutos y 20 segundos y empieza a insultar(no tengo nada contra los caleños, que quede en claro). De todas maneras, de acuerdo con los decálogos de los bloggers, lo que digo acá lo sostengo con quien sea, así sea con la mismisima niña esa, con la comunidad gay (lo he hecho) o con los homofóbicos. No hay una sola palabra en este blog en la que yo no crea. Lo invito a responsabilisarse por sus palabras tal y como yo lo hago.