viernes, 11 de diciembre de 2009

YO, criminal.

Hace muchísimo no escribo en el blog, básicamente por falta de tiempo. Pero las movidas politicojudiciales de los últimos días en Colombia me la han sacado. En estas semanas me he convertido en un criminal y terrorista. NO porque lo sea, sino porque las leyes lo han hecho así.

En estos días se ha prohibido el consumo de la dosis personal de marihuana, se ha prohibido la venta de la píldora del día después y se encarceló a un estudiante de artes por crear un grupo en el facebook en el que se comprometía a matar a Tom o a Jerry para que el papito supiera lo que se siente perder a un ser querido. Así mismo, han prohibido adopciones gay y se acusó de secuestro a un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional. Estas son muestras de un estado de oración, como hace poco lo llamó Daniel Samper.

Estas desiciones son mucho más que controversiales. Acá lo que se está jugando no son leyes de la República, sino la constitución misma. Una de mis estudiantes analizó, por ejemplo, el secuestro de Wasserman, probando que no es un secuestro sino una retención, exajerada tal vez, pero necesaria frente a un rector que no le da cuentas a la universidad. Pero demostró además, tal vez sin saberlo, que el presidente Uribe actuó contra la constitución al mandar al ESMAD para que invadiera la Universidad Nacional, porque el ESMAD es parte de la policía nacional, y el comandante en Jefe de la policía de cada localidad es el Alcalde, oficina que nunca autorizó esa orden. Uribe es el director del ejército, que tiene funciones muy diferentes y es totalmente aparte de la policía. En ese sentido, uribe actuó fuera de los conductos regulares y, además, si a uno lo atracan frente a un militar, el tipo no tiene por qué hacer nada (aunque tampoco es que la policía lo haga).

Prohibir la bareta es también una afrenta a las libertades personales. Siguiendo los mismos argumentos, se debería prohibir el alcohol, el cigarrillo y hasta la carne de cerdo, en tanto son nocivas para la salud. El argumento es que se buscaba prohibir el microtráfico que en efecto trae vio,lencia, pero esa ley no va a reducir el microtráfico en tanto nunca ha sido legal ni lo será jamás, por eso da la misma si se prohibe el consumo. Lo que sí va a ser problemático es la inundación de las cárceles y los “centros terapéuticos” por la cantidad de consumidores ocasionales. Yo mismo me fumo de cuando en vez un porrito, es excelente para el estrés, el dolor de cabeza y me hace dormir como un bebé. Sin embargo, no me gusta mucho porque me deja absolutamente dormido e inutilizado. A la mayoría de la gente la relaja y no he visto aún a nadie robando o matando por un porro.

La píldora del día después es un abortivo legal que actua durante las 72 horas posteriores a la concepción. Obviamente ayuda a arreglar errores a las personas que no planifican, pero definitivamente no es prohibible. Planificar no basta. Un condón puede romperse. Una pastilla puede fallar. SI lo que quieren es hacer que los jóvenes aplacemos el gustico, tienen que despertarse al mundo real y ver que la sociedad ya no cree en las tabues estúpidos de la sexualidad como elemento reproductivo. Es tal vez lo único que le debemos a lOs Hippies (que tampoco eran de lo más feminista o antiracista del mundo). No vamos a aplazar la sexualidad.

EL chico que terminó encanado por “amenazar” a los hijos del presidente... hombre, yo soy el fundador del club de fans de zangre qagulada en facebook, y eso no me hace devoto de memo orozco. Así mismo, hay grupos de reclutamiento de las AUC, grupos que ofrecen prostitutas, grupos que ofrecen matar a Piedad Córdoba y mil vainas así. De estos, me temo, si hay que cuidarse. Pero no hay mayor razón para cuidarse de un gato que crea un grupo que dice que va a matar a esos dos gatos simplemente para mamar gallo. Yo me acabo de unir al que se compromete a patearles as bolas a esos dos babosos corruptos, y eso creo que me convierte en un terrorista.

Sobre la adopción gay me he pronunciado antes, llegando a debatir con gays y con godos. Pero lo que veo acá es otra cosa. Todo esto son ataques a las libertades personales. La libertad de tirar responsablemente (eso si, sin exajerar, nada de violaciones o cosas paila), la libertad de fumarse un porrito sin dañar a nadie, la libertad de expresar una opinión política y la libertad de pedir cuentas a las autoridades sobre su actuación. Como dice una amiga, fifuefuckers. Pero más allá de eso, es una muestra de cómo colombia se está godizando. La constitución que nos garantizó estas libertades está siendo ultrajada a más no poder por el presidente. Lo más triste es que es ultrajada por las mayorías que estaban hace 20 años en favor de ella. Así mismo, se está buscando instaurar penas de cadenaperpetua. En Colombia estamos volviendo a una figura del regente-padre, el que tiene poder absoluto y para el que no hay algo como contrapesos y balances. La santísima trinidad de Monarca, Cura y Tinterillo está reviviendo. Lo más triste es que no hacemos nada para impedirlo. Acá todo acto en contra del gobierno, aunque sea pacífico o cultural, es considerado terrorismo. Puede decirlo Hollman Morris, cuyo periodismo de denuncia lo ha hecho acreedor de interceptaciones y amenazas, o Piedad Córdoba, cuyo trabajo en favor de los secuestrados la ha llevado a ser tildada de guerrillera. EN este momento, y por creer en los derechos humanos y por combinar formas de lucha como la investigación y la mamadera de gallo, me declaro criminal. Criminal por creer en los derechos humanos, criminal por defender las libertades del individuo. Criminal porque creo que el gobierno no está para ser mi papá (ni a él le hago caso) sino para garantizar que pueda vivir libremente. Lo triste es que no estoy solo, pero los buenos somos menos. Y me autodeclaro bueno, porque tengo amigos godos y les permito pensar que esas pendejadas uribestias están bien, lo que no les permito es que me las impongan. Y a los que lo intenten... fifuefuckers!

viernes, 26 de junio de 2009

Felicidad a la Colombiana

Colombia es nuevamente uno de los tres países más felices del mundo. Chévere, felicitaciones por ellos. Me gustaría que ese país feliz del que hablan los medios fuera el mío. No entiendo cómo se puede afirmar que un país donde pasa lo que pasa, donde durante doscientos años llenos de intermitencias nos hemos dado en la jeta por “ideologías” (o mejor, por el mantenimiento de las élites de izquierda o derecha en el poder, es decir: hemos matado miles y miles de colombianos por el status quo). Pero eso no es lo más preocupante. Hace unos minutos, el periodista Hollman Morris publicó en su perfil de Facebook un preocupante documento acerca de las persecuciones en contra de su persona y de otros periodistas, abogados y políticos. El documento no fue escrito por él, pero relataba cómo varios personajes de la vida pública colombiana son perseguidos por sus ideas por los miembros del gobierno, pero sin la menor autorización legal o constitucional para hacerlo. EL senador Gustavo Petro ha hecho su parte denunciando esas irregularidades y violaciones de derechos humanos (derecho a la honra y a la privacidad) ante un congreso desocupado.

Son muchos los nombres. Daniel Coronell, por ejemplo, es también blanco de persecuciones, al igual que Morris. Jaime Garzón cumple este año dos décadas de ser impunemente asesinado. Mientras el gobierno se burla impunemente de la democracia, mientras en Colombia las fuerzas militares asesinan civiles, las fuerzas de inteligencia se inmiscuyen en la vida privada de todo el mundo… Seguimos siendo el tercer país más feliz del mundo y ahora disque nos preocupan los derechos humanos. Mantener el discurso de los derechos humanos en un país como este, tal y como lo hace Uribe, no es más que una forma de congraciarse con la nueva política gringa. Una burla al discurso mismo de los derechos y la dignidad humana. Y seguimos siendo felices.

Somos felices porque por alguna razón no nos damos cuenta de lo que pasa en nuestro entorno. No veo otra explicación. Bien podríamos decir que es simplemente porque en la ciudad no se siente el conflicto, pero la ciudad es un caos, no somos concientes pero vivimos en un peligro constante por la inseguridad. Pero en el caso de los periodistas es más grave, y no es sólo una amenaza y una violación contra ellos, sino contra todos. Somos un público que está recibiendo noticias de dos cadenas principalmente, las cuales están apoyando de manera casi irrestricta al gobierno. Por otro lado, hay medios alternativos de comunicación, y columnistas y periodistas que se oponen al gobierno. Aunque su vida siempre ha corrido peligro, el hecho de denunciar la burla y las violaciones de derechos humanos les ha hecho víctimas de persecuciones legales e ilegales durante el gobierno Uribe. Pero si los colombianos no tenemos derecho a la información y a la oposición, si ellos son el ejemplo de lo que nos pasa a todos, somos las víctimas de una flagrante violación de los derechos humanos. Muchos no se dan cuenta porque sus agencias noticiosas están viciadas, pero los que algún contacto tenemos con el otro lado sabemos que somos todos, y que esos periodistas son tan terroristas como cualquiera de nosotros. Nos están violando los derechos en la cara y aún así somos felices. Hunden la ley de víctimas y pensamos que menos mal que esos terroristas

Hace un rato vi un video en Youtube donde una muchacha le decía a Uribe que tiene huevo. La admiro. Mucho. Ella ha puesto precio a su cabeza y ya hay contra ella investigación en el DAS y tres fotos dándose picos con Raúl Reyes. Esto es Colombia, el país donde somos felices por nuestro ridículo nivel de inconciencia. Donde los estudiantes de periodismo (al igual que los de sociología, filosofía, trabajo social…) son sospechosos de ser terroristas de lafar. Un país donde somos felices… y sabrá mi Dios por qué.

miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Los uribistas son brutos?

Leo la versión virtual de el espectador con algo de envidia y celos profesionales, pero con alegría de ver que aquel loco con rasta a cuyo carro no me vuelvo a subir ni por el P***, Daniel Pachecho, tiene una columna en un diario (jamás había recorrido el anillo vial tan rápido, realmente me asustó). Me dio hasta risa verlo abrazadito con Benedetti tras proponerle a los jóvenes colombianos que portaran su “dosis de personalidad”. No he leído su columna con juicio, pero me alegra que exista, y me da envidia, ya quisiera yo que estos inocentes alaridos resonaran a nivel nacional…

Una de sus columnas se titula “Los uribistas son brutos”. Por algo llaman uribestias a los seguidores acérrimos de la figura carismática del presidente Uribe. Carismático como Chávez, Stalin, Hitler, Mao… Líderes carismáticos, populistas y con delirio de superhéroes en países que están jodidos por necesitarlos. Ese carisma es lo que nos tiene jodidos.

En mi clase de retórica pongo permanentemente a Uribe como ejemplo de un buen retórico: el tipo sabe que no se dirige a la elite intelectual a la que quisiera yo pertenecer, sino a los votantes. Así, habla suavecito para que todos los columnistas le mamen gallo, pero también para que lo escuche un pueblo. Es cuestión de discurso, simplemente dice a la gente lo que quiere escuchar, y en caso que no quiera, le dice que van a vender la finquita a una multinacionalcita y que tranquilos que él mismo les ayuda a pasar hojas de vida a alguna empresita para hacer servicitos varios. En resumen, los manda a buscar empleo limpiando la mierda de los ejecutivos encopetados de la multinacional que ocupó el territorio del que los desplazaron las fuerzas “irregulares”.

Pero no sólo habla al pueblo, también a una elite con la que mantiene una complicidad. No es precisamente la elite intelectual, sino una elite politicoeconómica a la cual le asegura que va a mantenerles las mismas prerrogativas que históricamente han recibido de altos cargos del gobierno. Los uribistas no son brutos según la microeconomía, por el contrario, son podridamente racionales, es decir, saben lo que quieren y se dirigen a ello. Aunque la mayoría de las palabras del presidente sean el resultado del proceso digestivo de algún cuadrúpedo o bípedo implume (tengo mis reservas sobre los bípedos implumes), consiguen su objetivo: satisfacen una demanda, aunque sea a punta de mentiras (recuerdo a cierto presidente que hace casi 8 años dijo que acababa la guerrilla en doce meses).

A eso, tenemos que sumar la máquina infernal mediática. Los medios de comunicación se han puesto en la tarea de ayudar al presidente, seguramente gracias al mantenimiento de esas prerrogativas. Aquellos medios que están a favor del presidente son los más populares y se encargan de mostrarlo como una inocente víctima. Es decir, en Colombia tenemos un líder carismático y romántico, una pobre hueva a la que la maligna Corte Suprema se la monta, a la que los terroristas atacan, que nunca tiene la culpa de nada sino que simplemente es inocente de todo cargo y a cuyas espaldas se invaden privacidades, se matan civiles… Los medios de oposición son muchos, pero de tan corto vuelo que la gente a veces ni sabe que existen. Además, son acusados de terrorismo aprovechando la estructura psicótica del razonar colombiano: están en mi contra o están conmigo.

Uribe sabe que los intelectuales son sus enemigos. Bromeaba en serio diciendo a algunos de mis estudiantes que fijo en el computador de Reyes hay fotos mías tomando aguardiente con el difunto guerrillero (aclaro, ni me gusta el aguardiente ni me acercaría a alguno de esos sujetos con ánimo parrandero). Esta semana fue capturado en México Alisa “Cienfuegos”, con un extensísimo prontuario de investigación académica sobre la violencia en Colombia. No conocí al profesor Beltrán, pero sí a varios de sus estudiantes, quienes jamás se vieron seducidos por las FARC. La satanización de la oposición, de los intelectuales que se oponen (así no sean de izquierda) es el paso a seguir. Todo lo que salga de las aulas de las universidades será de terroristas. Todo lo que se oponga será de terroristas. Y la gente creerá porque, aunque los de la nacho estemos satanizados y estigmatizados a pesar de ser algunos de los que más nos la partimos y tratamos de sacar la cara por el país, el presi lo dice tan bonito que debe ser verdad.

Alguien, no recuerdo quién, decía que los colombianos tenemos tres características: ser buenos, ser inteligentes y ser uribistas, pero que no podíamos tener sino dos al tiempo. No Daniel, no es que los uribistas sean brutos y nosotros los opositores igual de brutos por no lograr imponernos, es que nos enfrentamos a un tipejo de lo peor, un líder carismático que ofrece a cada quién lo que quiere escuchar. Eso, empeorado por la corrupción tradicional en el país y la ayuda de algunos medios de comunicación. Por supuesto algunos medios dan cabida a columnas como la suya, pero columnistas sensatos como usted son blancos de apelativos como “terrorista”, “chavista”, “comunista”, “mechudo”, “marihuanero” y demás. Los atacantes son, por supuesto, otros medios. Acá no hay lugar para el debate (a menos que quiera que la Gurisatti lo madree y ridiculice por no ser uribista).

Los uribistas no son brutos, son víctimas de una máquina infernal orquestada por un genio diabólico. Uribe de mierda. País de Mierda.

domingo, 26 de abril de 2009

Por qué no creo en las ONG

Creo que ha sido el rotundo fracaso de la Red de Voluntarios lo que me ha hecho coger fastidio a las ONG: Sizek, creo, decía que la mejor forma de hacer un verdadero cambio es justamente haciendo nada. Cuando leí eso me molesté como soñador y director de la Red. Pero hoy pienso distinto: las ONGs sólo sirven para mantener las relaciones de poder sin alivianar las condiciones de pobreza reales, por un lado, y por otro para llenar egos y sacarnos fotos haciendo creer al mundo que algo además de nuestra pierna nos importa.

Vamos primero con la segunda opción. Hay una cosa llamada compromiso. Decir “me comprometo” es fácil, pero nadie dimensiona lo que realmente está haciendo al hablar. Comprometerse implica sacrificar no sólo tiempo, sino entregarse realmente a un proyecto más allá de la conveniencia personal. Pero es ahí cuando se entra en conflicto con la enseñanza que nos ha dejado nuestro pasado: estamos acostumbrados a no comprometernos con algo distinto de nosotros. No es mera adaptación, es egoísmo. Cuando el proyecto demanda más de lo que esperábamos que demandase, nos retiramos, o peor, trabajamos sin ánimo, sin comprometernos. Es ahí donde entra el asistencialismo, siendo muy pocas las ONG que se salvan. Es también por eso la razón por la que muchas ONG serias no creen en el voluntariado como una opción.

El asistencialismo es ese paradigma que dice que las condiciones de pobreza se solucionan dando cosas materiales. Recuerdo un capítulo de “el siguiente programa” donde se parodiaba al alcalde de la ciudad por pintar las casas de Ciudad Bolivar, una de las localidades más deprimidas del país. Para ocultar la pobreza pintó las casas, y para ocultar a los pobres, smileys en sus caras. Entiendo que es necesario que en
África central sea necesario llevar alimentos a comunidades que de alguna manera han sobrevivido milenios sin ellos, pero ese no parece ser el caso en toda comunidad. En algún lado leí que las ONGs tanto como las estrellas de rock, son headless hearts, corazones sin cabeza. Si, sufran desde sus burladeras por el prójimo mientras, como dice la canción de las almas, se toman un whiskey. Esos corazones van a construir casas o llevar mercados a comunidades de pobrecitos, como los conciben ellos. Pero no solucionan las condiciones de pobreza en ningún sentido, sólo quedan bien con el mundo mostrándose “bueno y considerado”, mientras el pobre sigue incapacitado por su baja escolaridad, la falta de opciones de trabajo, la falta de capacidad.

Estos buenos samaritanos que no se pueden comprometer con el otro más que para enviar “ayudas” también tienen un defecto grave: los pobres se inutilizan. ¿Para qué trabajar si tengo alimentación y techo gratis? Ese espítritu lo encontré en la red de voluntarios. Los niños hacían cara de perro apaleado para que les diéramos nuestras cosas cuando en verdad no las necesitaban, pero aun así las deseaban. Hay ONG dedicadas a los almuerzos, las ropas, las casas… ¿Cuántas se encargan de capacitar? ¿Cuántas de educar? ¿Cuántas de abrir el mercado laboral? ¿Cuántas ONG se encargan de hacer que el pobre pueda vivir por cuenta propia? Sin duda no todas las ONG se ciernen a mi descripción, pero tengo muchas en mente. Si hay un hecho traumático, por ejemplo la pérdida de una pierna, la solución no está en regalar prótesis, está en ayudar a la víctima a recuperar su autoestima y sentirse nuevamente miembro productivo de la sociedad. Las ONG no resuelven los problemas de pobreza, más bien dan pie a una suerte de cultura de la pobreza encaminada al mantenimiento de la misma, a la reproducción de las formas de exclusión social antes que a la terminación de la misma. No trabajan con personas pobres, trabajan con pobrecitos. Lo más triste de todo es que se pueden intercambiar muchos excluidos por los pobres y el argumento sigue sirviendo

Es por eso que lo mejor que se puede hacer para acabar de verdad con la pobreza es no hacer nada. O mejor, crear instituciones transparentes que garaqnticen los derechos del pobre, el homosexual, la mujer, el discapacitado. Sólo una democracia realmente radical podría dar fin a las condiciones de pobreza. Sólo una democracia que permita a los excluidos pelear por sus derechos por medios institucionales es una democracia que puede servir para alivianar la pobreza. EL resto son paños de agua tibia encaminados al mantenimiento de doble vía de las condiciones de miseria y pobreza que aquejan al mundo.

Eso, sin hablar del negociazo que resulta tener una ONG…

Liberación femenina y liberación sexual.

La ventaja de no ser una popstar de la blogosfera es que puedo mantener mis opiniones casi impolutas de pensamiento ajeno, y al expresarlas, parecen auténticas. Hoy nuevamente voy a montar dos posts. Hace rato no escribía en mi despeñadero mental más que una parodia a la poesía japonesa, cuya calidad haría querer a un Shaolin agarrarme a Karatazos. Pero hoy quiero escribir algo más serio.

Una amiga mía sostiene que la liberación femenina se estancó por la liberación sexual, en tanto ahora las mujeres buscan marrano para que las mantenga por medio de su entrepierna. Esto ha sido siempre así. Pero venir a culpar a la liberación sexual…

La liberación sexual supone el derecho de cada quién, especialmente de las mujeres, a decidir sobre su cuerpo. Quedó truncada en los ochenta por el SIDA, pero ha seguido mediante el uso de métodos de protección, aunque no avance como antes. Hace unos días vi entrar madres con sus hijas a profamilia en un acto responsable y que asume que los jóvenes empiezan su vida sexual cada vez más temprano. El cuento no es ya pretender que a gente no tire, sino que sea responsable al tirar.

Eso es parte de la liberación femenina: la mujer asume el derecho sobre su cuerpo, vedado al padre y luego al marido. La mujer infiel se apredeaba mientras el hombre infiel se admiraba. Si una mujer decide usar su cuerpo como le plazca y ser lo que llaman una “zunga”, entonces tiene derecho a hacerlo. Básicamente pasa porque la mujer debe tener tanto derecho como el hombre a decidir sobre su cuerpo, y si una un hombre puede ser lo pipiloco que desea, la mujer también tiene derecho. Así mismo, tiene derecho a ser territorial con sus hombres y a poseer más de uno. O eso en el papel, sinceramente sé que la monogamia es algo antinatural, pero creo firmemente en ella (ahí se me salta el miserable godo que todos llevamos dentro. La razón es impotente contra las pasiones).

Pero el problema central de adoptar esa posición es de salud pública. Las enfermedades de transmisión sexual (SIDA, Hepatitis, ladillas…) se pasan en parte por andar de pipilocos o cuquiflojas. Ese es el problema central de la adopción de esta posición. La sexualidad debe ser responsable. Pero negar a la mujer el derecho a ser lo descocada que desee mientras no se le niega al hombre, es mantener los patrones sexuales tradicionales, donde la mujer no puede decidir sobre su cuerpo: ya no les damos pedradas, ahora las vemos como seres infernales y las culpamos de los males del mundo. Pues señores, la mujer tiene tanto derecho a ser una zunga como el hombre, y a ser territorial, a ser obsesiva, a preocuparse por su situación sentimental, a pensar en sexo y a todos los comportamientos que se nos imputan a los hombres. Aunque siendo serios… no deberían tenerlos, al igual que los hombres tampoco deberíamos comportarnos así. Es cuestión de salud física y mental…

domingo, 8 de marzo de 2009

Dia de la mujer (Kaloi) y resto del año del hombre (k'Agathoi)

Mañana, o en un par de minutos hoy, será día de la mujer. También, según la Wikipedia, es el cumpleaños de Jessica Jaymes, actriz porno estadounidense. Esta fecha nació en reacción a la muerte de 146 mujeres en una fábrica estadounidense, representando un triunfo para el movimiento obrero.

Estos datos son lugares comunes tomados de los respectivos artículos de Wikipedia. Sin embargo, no es precisamente esta celebración lo que me lleva a escribir, sino un contenido en la misma del cual empiezo a sospechar. Como ya dije, es un triunfo del movimiento obrero gringo, lo cual debería dar cierto toque de igualdad a la celebración. Debería ser una fecha para celebrar la igualdad en cuanto a derechos para la mujer, sin embargo, se ha tomado más como una fecha para recordar los abusos por parte del hombre. Es necesario recordarlos, claro, pero recordarlos sin celebrar los avances en cuanto a la igualdad es llover sobre mojado. Así como llorar al muerto en la tumba no trae a nadie a la vida, llorar las desgracias femeninas, o como aseguran muchos, ponerlas en un pedestal, celebrar su femineidad y decir que “hay que amarlas y respetarlas” ese día no representa más que el reenforzamiento de los roles que dieron lugar al día de la mujer.

La defensa de los derechos femeninos ha sido un camino difícil comocualquier camino emancipatorio. En Colombia ha habido avances, por ejemplo, gracias al malévolo dictador Rojas Pinilla, que trajo al país aeropuertos, vías que no se han desbaratado en 50 años (en Colombia una calle nunca pasa de tres o cuatro), y la televisión, tambi´n le dio el derecho a participar en la democracia. Así mismo, en el 91 la constitución dejó de percibirlas como un objeto propiedad del marido. Pero lo importante no es lo que se haya dicho en los papeles. Lo importante es que esas cuotas impuestas de participación femenina difícilmente se cumplen. Lo importante es que la emancipación femenina ha tenido las ventajas racionales del buen político y el lagarto políticamente correcto, pero no ha tenido las ventajas de encontrar un público que las escuche ni entre hombres ni entre mujeres. Es alarmante el cinismo con el que los hombres (si, lo dije, a mi no me junten con esos, por favor) hablan de la emancipación femenina, como si fuera algo malo, un pecado o un delito, como si fuera malo que haya sujetos activos y responsables en el mundo. Quejándose, dicen cosas como esta burla:

http://webalia.com/EP/reir/guerra/a7674.html

Mientras el día internacional de la mujer sea tomado como un día en honor a lo que ellas son (es decir, lo que vienen siendo), tendremos problemas. Mientras ellas sean el bello sexo (o mejor, el bello género), los hombres seremos la contrapartida: el complemento en el mix de la oligarquía griega: Mientras ellas sean el Kaloi, es decir, las bellas, los hombres seremos el Agathoi, los buenos. Eso no es más que reforzar el estereotipo judeocristianomusulman de la mujer como fuente de pecado, de tentación y de maldad, como la aliada del demonio que comió manzana y mandó a todo el mundo al carajo. El día internacional de la mujer, o mejor, su interpretación, no es más que el refuerzo de estereotipos, una forma de poner al macho sobre la hembra dándole un día al año para que se sienta bien, pero cobrando los otros 364. Una rosa a cambio de 364 espinas.

Al principio nombré a una actriz porno. No recuerdo el nombre y me da flojera mirar. Pues bien, ellas son el gremio de la liberación más alto. Aunque evidentemente hay explotación vil y vulgar a una mujer, ella lo hace concientemente y segura de lo que hace. Se aprovecha de la idiotez masculina para conseguir muy buen dinero y así poder ser independiente. Se aprovecha de la falocracia y la animalidad para superarlas. Ella es la paradoja perfecta. Ella es un ejemplo de la independencia que puede tener una mujer si realmente lo decide. Ahora bien, su método es equivocado: una mujer sola puede llegar tan lejos como cualquier hombre y sólo con sus dotes intelectuales si así se lo propone.

Mañana regalaré chocolates a las mujeres de mi casa. Los compré a una simpática pareja de ancianas que caminaban por la calle. Tendré un problema familiar si no lo hago. Me hace sentir un poco menos mal pensar que casi cada ocho días traigo dulces, chocolates o alimentos a casa de mi madre. Pero lo que es cierto es que sospecho del día de la mujer, no de lo que debería significar (aunque considere una idiotada seguir pensando en movimientos obreros) sino de lo que significa, del monumento a la debilidad y fragilidad, o mejor, a la belleza. Belleza de porcelana que ignora todo lo que una mujer realmente puede ser.

P.d. Por si acaso, si me equivoqué en las palabras griegas usadas, me vale gorro. Tal vez algún filósofo criticará mis argumentos usando esa excusa estúpida. La idea sigue siendo la misma, sin que eso afecte mi argumentación. Eso sólo probaría lo que todos sabemos: la filosofía es la rama del conocimiento machista y falocrática por excelencia.

jueves, 12 de febrero de 2009

“Doble Moral”

Segundo Post del día. Debería estar trabajando en mi tesis pero…

De los 11 kilos que he subido en el año que llevo con mi vida de soltero (felizmente arruinada, les cuento), cinco se los debo al ejercicio, seis se los debo a Sandra. Ella es la propietaria de un bonito restaurante bar llamado Liuva que queda pasando la calle de mi casa. Es un amor conmigo. Allá como y veo noticias a medio día. Infortunadamente pone RCN, pero no puedo criticarla por eso: Caracol no es mucho mejor. También almuerza allí un señor de mediana edad, calvo y que creo que es una especie de Life coach o maestro sensei de autosuperación, posiblemente profesor de alguna de las numerosas universidades de este sector. Me estresa. No hace más que hablar duro para que lo escuchemos todos mientras critica las troglodíticas costumbres de nuestro país, pero estando claramente inmerso en ellas. Hoy criticaba una noticia que ya es de ayer: Dos “niños” que andaban violando la restricción para menores de edad impuesta por el “alcalde” fueron quemados en una estación de policía. Horrible, lo sabemos todos. Pero… esto es Colombia. Mientras él postulaba la pena de muerte para estos “desgraciados” yo me reía, primero, porque proponer la pena de muerte lo hace exactamente igual a ellos, segundo, porque este es el pan de cada día en nuestro bendito país.

Parece que los “chiquillos” no fueron tan inocentes, y este castigo corporal fue un castigo por haber prendido fuego a un borracho en una celda. Esto puede ser obviamente una artimaña policial para disminuir la dureza del crimen, pero no es eso lo que quiero analizar en este post. Quiero jugar más bien a la pitonisa. ¿Qué va a pasar? Primero que todo, a estas dos “criaturitas” las van a matar en un “atraco” por andar denunciando a las fuerzas de la “ley”. Pero antes de que la “opinión pública” sepa sobre esto, el escándalo nacional va a crecer y las denuncias por abuso de la “policía” van a crecer como bola de nieve. Los medios van a gozar un par de semanas hasta que haya una noticia más divertida y amarillista. Después, posiblemente los colombianos “de bien” salgan a marchar por los derechos de los niños, aunque es poco probable en tanto en Colombia no protestamos contra el “Estado” sino en su favor (lo cual trastoca todo el sentido de la protesta).

¿Y? Hasta ahí quedó la cosa. Al igual que con el niño asesinado hace varios meses por su padre, nos olvidaremos de la noticia a pesar de todo el “dolor”, “repudio” y “odio” que se pueda llegar a sentir. Nos vamos a olvidar, al igual que nos olvidamos del secuestro después de la liberación de Ingrid Betancourt, y ahora hasta de ella nos olvidamos. Colombia es un país de olvidos, o mejor, de cosas que la memoria histórica prefiere olvidar para que simplemente, en el 2030, el periodo 2002 a 2010 sea el del “triunfo” de la “seguridad democrática”. De estos “chiquillos” nos vamos a olvidar, así como nos hemos olvidado de todo lo demás.

Pero más allá de eso, sacaremos a relucir nuestra doble moral mientras nos dure el sabor del mes. A la vez que “condenamos” este atroz hecho, celebraremos la violación de derechos y convenciones internacionales (Operación Jaque) los Chivos Expiatorios (DMG) y las cortinas de humo (las dos cosas). Celebramos atrocidades contra todo un pueblo (nosotros) y para reafirmar nuestro punto, quemamos la bandera venezolana, humillando así la identidad de un pueblo entero que, al igual que nosotros, no sabe elegir gobernantes. Celebramos los crímenes con motosierra de los paramilitares, celebramos las desapariciones forzadas, celebramos la masacre del Palacio de Justicia (no la del eme, que nunca pasó, sino la del ejército), celebramos los crímenes de lesa humanidad y los falsos positivos del ejército. Eso es doble “moral”, esa es la Colombia con “valores” que nos intentan vender en un cómodo paquete de desinformación junto a la operación “perfecta”. Esa es la Colombia premoderna que empaló a Raúl Reyes en los medios para que todos pudiéramos verlo en la plazoleta pública, que le quitó una mano a un guerrillero (¿alias Rojas? A mí también se me olvidó) para probar una victoria psicológica, que quiere exhibir el cadáver de Tirofijo para simular “ganar” una guerra que en últimas perdieron (en efecto: los gobiernos nunca lograron matar al mítico guerrillero, él se murió solito). Esa es nuestra premoderna moral, el repudio por un crimen horrible, pero el apoyo descarnado y descarado a una política que algún “genio” (Rodrigo Rivera) quiere volver cuestión de Estado (es decir, volverla constitucional). Eso es “Colombia”. “País” de Mierda.

(No se imaginan lo “divertido” que me “pareció” el uso de las comillas)

¿Show Mediático?

He adquirido la fea costumbre de hablar de ochenta temas en cada post. Para rehabilitarme un poco y dejar de parecer columnista importante (es decir, de poca agudeza y mucha labia) de “el tiempo”, he decidido hacer dos post en un mismo día, así el mero efecto visual de llevar 3 páginas en Word y tener aún dos temas pendientes no me va a cohibir en esta ocasión. Primero quiero dar las gracias. Gracias, señores de las F.A.R.C.. Creo que por primera vez estoy de acuerdo con el ministro de defensa del país cuando asegura que las FARC están liberando secuestrados a cuenta gotas para influir las próximas elecciones presidenciales en el país. Entonces, tengo que agradecer dos cosas: primero, la liberación de algunas personas, y segundo eso.

Creo que la privación de la libertad es una de las mayores desgracias posibles. Si el sistema penitenciario colombiano no fuese conocido como la “universidad del crimen”, sería el castigo más cruel que podría recibir un ser humano (la pena de muerte me parece inconcebible: no creo que ningún ser humano tenga derecho a decidir sobre la vida de otro, y mucho menos si es el Estado, modelo de conducta y de comportamiento, quien decide). Me vale cinco que sean compatriotas, para mí son personas las que están encadenadas en la selva. Los métodos de las FARC son completamente denunciables, reprobables y reprochables. Jamás apoyaré la lucha armada (aunque la justifique y medio entienda), por las mismas razones que no puedo aceptar la pena de muerte. La liberación de cualquiera de ellos, su recomposición como personas y como algo más que meros seres vivientes es motivo de celebración, así como lo será la deserción de las filas del ejército, la guerrilla o los paramilitares: Para mí, no es más que la pérdida del estado de mirmidón y la bienvenida a la autonomía subjetiva implicada en el mero hecho de decidir renunciar a las armas. La recomposición de la persona, del miembro autónomo de la sociedad con derechos y deberes es un motivo de celebración, un paso para la composición de un nuevo país sin violencia ilegítima.

Pero hubo un show mediático. Para liberar a un secuestrado, lo único que se requiere es dejarlo cerca de una estación de transmilenio, darle 1500 pesos y unos 5000 más por si la estación de llegada está lejos de casa. La más ilustre guerrilla que ha tenido este país, el “eme”, liberó al más ilustre de los secuestrados, Álvaro Gomes Hurtado, dejándolo en la zona t con un disfraz y algo de dinero. Cuenta la leyenda que Gomes decidió ir a un bar y tomarse un whiskey con ese dinero. El ELN también libera a sus secuestrados de esa manera. Hasta las FARC los liberan así, o al menos no he escuchado que el CICR esté involucrado en los secuestros extorsivos de ese grupo. Hay un show mediático en tanto los medios, celebrando lo que yo creo que se debe celebrar aunque imagino que bastante alejados de mis premisas, filmaron hasta los calzoncillos que usó Alan Jara en la selva. Hubo un show mediático en tanto el presidente aprovechó para hacer cuanta pataleta pudo hacer contra quien se le pusiera por el frente, más aún cuando Colombianos y Colombianas por la paz se robó absolutamente todo el protagonismo, hubo show en tanto el gobierno intentó esconder sus violaciones a los acuerdos que buscaban facilitar la liberación y lo sigue habiendo ahora que el gobierno tiene amenazado a Hollman Morris por denunciar esos hechos (entre otras cosas, recomiendo su canal de Youtube, es lo mejor para enterarse de lo que pasa en la otra Colombia, es decir, la de verdad).

Pero Colombianos y Colombianas por la paz no hizo show mediático. Quienes me conocen saben que soy acérrimo defensor de la gestión de Piedad Córdoba porque aunque esté medio loca y haya metido las patas hasta el fondo, es la única que realmente hizo algo por los secuestrados. Esta senadora nunca será presidenta de Colombia, pues en nuestro feudo participativo es claro que para ser presidente hay que ser hombre, católico, blanco y rico. No sé si piedad sea rica o católica, pero acá no es posible que una mujer o una minoría racial puedan llegar a la presidencia (entre otras cosas, empiezo a creer que lo de Obama es mero revanchismo antibush más que apertura a nuevas alternativas raciales, sociales o religiosas, palabras más palabras menos, no sé si realmente los gringos nos dieron una lección de inclusión social o es mero revanchismo. De todas maneras, en Filipinas eligieron una primera ministra Gay, eso es bueno). Piedad Córdoba no sacó mucho de esto, pues la experiencia le enseñó a guardar un perfil más bajo so pena de ser insultada como un perro en los aeropuertos. Ella no fue parte del show mediático, aún recuerdo la insistencia de Sigifredo López para que ella figurara el día en que lo liberaron. El show mediático no fue de las víctimas ni de los verdaderos héroes de la historia (Colombianos y Colombianas por la paz). En cuanto a ellos, fue una operación perfecta, ¡tan perfecta que los que llevaban el peto del CICR hasta eran miembros de esa entidad!

El Show mediático fue de el presidente poniendo trabas a la liberación para luego tratar de aparecer como héroe de la liberación, como el chacho de la cuadra. El show mediático es de un estado acusando a los verdaderos héroes de ser traidores por el mero hecho de denunciar los actos erróneos y hasta perversos del gobierno, ese gobierno que parece querer que los secuestrados se pudran en la selva, porque ni es capaz de acabar con las FARC, ni es capaz de b7uscar una salida negociada de intercambio de rehenes. Ese es el show mediático, pero en parte. Las FARC, como señalé más arriba, se llevan su pedazo de torta al necesitar semejante dispositivo logístico para hacer algo que bien podrían hacer con un bus intermunicipal y un tiquete de transmilenio. Pero ese show mediático, de acuerdo con Juanito Manolete es una forma de tener poder de decisión en las próximas elecciones. Señores de las FARC…. GRACIAS; por favor sigan así, influyendo, que aunque Pastrana metió las patas dándole visibilidad internacional al conflicto y dejándosela montar por ustedes, si influyen en las próximas elecciones posiblemente no tengamos otros cuatro años de falsos positivos, cortinas de humo y seguridad democrática.

Este conflicto es un despelote. Realmente a nadie le conviene que se acabe (sobre esto reflexioné en un post llamado ¿Paz en Colombia?) pero el problema grave es que la población civil esté en la mitad. El presidente debe sentarse a negociar y recordar que no está liberando ciudadanos de la cárcel, sino rehenes de una guerra, y que como tales es más que probable que vuelvan a combatir en las filas guerrilleras, gústele o no. Lo importante acá es la vida de los civiles encerrados en la selva. Las FARC deben recordar también que si su lucha quiere tener al menos pinta de ser política, deben dejar de cometer errores políticos como meter civiles en la guerra.

Sólo la negociación me quitará el tema de la mitad de los posts, aunque sigamos con ese problemita de la exclusión. Si Álvaro Gomes y Antonio Navarro fueron secuestrador y secuestrado, y a pesar de eso, firmar juntos el 4 de julio de 1991 la Carta Constitucional, ¿por qué demonios no pueden negociar ahorita? Me vale mierda cerrar este blog, siempre y cuando eso implique una Colombia mejor. Al menos una que no me dé vergüenza (Curiosamente uno de mis primeros textos mamertos se llama “qué avergonzado me siento de ser tan buen colombiano”).

viernes, 23 de enero de 2009

Obama, Moreno y Juanes: una buena noticia y dos recados groseros.

Ya es definitivo, no tengo la templanza ni la paciencia ni la constancia para publicar al menos una vez por semana en mi Blog. De hecho, en este momento debería estar trabajando, pero quiero escribir sobre un par de asuntitos en la política nacional e internacional que me parecen importantes.

El primero, obviamente, Obama. El pobre hombre tiene la desgracia de ser percibido como la fórmula mágica para la crisis estadounidense, no sólo económica, sino diplomática y hasta moral. Moral no en el sentido de la decadencia de la raza, sino del nacimiento de ultraconservatismos cristianos, los cuales llegaron a poner en la página de la casa blanca un link a un sitio que asegura que el sexo es para imbéciles y la virginidad para ganadores. Dios (el mío, no el de ellos) quiera que no lo lea mi novia, pero más allá de eso, el conservatismo estúpido (por eso quiero a mis amigo godos, son godos pero tiran, y sin medias) de esta gente estaba respaldado por el gobierno de jorgito el arbusto caminante. Es decir, el gobierno Bush es más idiota y a muchos más niveles de los que se cree. Pero no es de eso de lo que quería hablar. Quería hablar de inclusión social. Es impresionante lo que en EE. UU. Se ha logrado al respecto. Elegir a un negro es bastante avance contra el racismo. Pero es que no estamos hablando de un negro solamente. Es un negro, hijo de madre soltera, musulmán converso, criado en una de las regiones más lejanas del país y pobre. Le falta ser homosexual. En Colombia un chocoano negro hijo de madre soltera tiene casi por nacimiento las puertas cerradas. Más aún un terrorista, perdón, musulmán de nacimiento. Acá una persona con ese perfil, o mejor, con cualquiera de esos elementos, nace excluída. En Estado Unidos se vio en esta ocasión, tal vez por casualidad, una superación de esas barreras raciales y sociales. Tal vez se deba al odio al régimen anterior, por lo que se manifestaría nada más que revanchismo, pero prefiero creer que es un síntoma de cambio. Las cosas están duras para este presidente, pero así mismo cuenta con apoyo internacional y nacional, lo cual no es todo, pero puede ayudarlo a superar el merequetengue extraño en el que se encuentra sumido el país tras el oscurantismo. Ahora bien, no tuvo mucha ventaja en cuanto a voto popular, lo cual hace más o menos dudoso el apoyo. A pesar de arrasar en votos lectorales, no arrasó en votos populares, lo cual hace dudoso mi argumento y además prueba lo bien diseñado que está el sistema electoral gringo, tan efectivo para representar el sentir del pueblo como cuando fue diseñado por, según The Daily Show with Jon Stewart, un grupo de simios ebrios. Las cosas pueden pintar bien, no hay fórmulas mágicas, pero si todos cooperan, la cosa se puede arreglar. Esperar sentados nosotros los sudacas.

La otra cosa que quiero nombrar no está confirmada, pero creo que en nuestra ciudad se prohibió andar dándose pico con la novia o novio por la calle. Lo leí en el Espacio, el diario para las castas bajas de la ciudad de nuestro estricto sistema que haría decir a los hindúes que somos psicorrígidos. No compré el diario porque andaba sin 5 y en su versión electrónica la encontré, pero no se alcanza a leer. A mi también me molestan las personas dándose besos por la calle a menos que me los estén dando a mí. ¿a qué juegan nuestros digirientes (no escribí mal, son los que nos cagan)? El alcalde Moreno ha sobresalido por su ineptitud, cosa que me ha permitido burlarme de todos los que votaron por semejante pelafustán nieto de dictador. ¿No hay un sin fin de cosas IMPORTANTES de las cuales preocuparse? ¿no está la ciudad hecha un nido de ladrones? ¿no le robaron a Kyley Minoge (o como se escriba) la maleta en Bogotá? ¡Dios Mío! ¿A qué juega este señor ahora? YO me imagino que la ley va en contra del detrimento moral, en especial el producido por las comunidades LGTB. Ahora pagamos todos el pato porque a un par de godos les raya ver una pareja de hombres o de mujeres besarse. ¡Pues que se acotumbren! El derecho a expresar amor a quien se quiere, siempre y cuando esa persona sea consciente y responsable de sus actos, en forma moderada y no expositiva (tampoco vamos a defender el sexo en público, aunque tenga su encanto) y obviamente por mutuo acuerdo, es parte de la autodeterminación del sujeto. Soy heterosexual y me vale cinco que el mundo lo sepa, y si a un homosexual le da por agarrarse a picos con su pareja, pues que lo haga porque ambos tenemos el mismo derecho. Prohibir las manifestaciones públicas de afecto, es decir, mandarnos a la UPJ por andarnos dando picos con la novia, es una cosa arbitraria y ridícula, y n el ondo, creo que un ataque godo a las comunidades LGTB. Y por ahí derecho a los que andamos en las mieles del romance. Espero que la información del Espacio no sea cierta, porque no sería más que una cortina de humo para cubrir la ineptitud del alcalde.

Por último, otra noticia política, pero esta relacionada directamente con nuestro nuevo prohombre, el machote del año 2008, el indestronable Juanes… El “roquero” “comprometido”. Si ese man es rocker, yo soy Jose ÇAlfredo Jiménez. Ese es un pseudomacho blanco, católico y de buena familia, como cierto paraco con finca que no nombraré. Es decir, Juanes podría ser el próximo presidente de la repúbica: llena todos los caracteres necesarios para calentar las entrepiernas del electorado, único criterio importante en las elecciones en Colombia. Pero bueno. Antes de seguirme regando contra nuestra plopstar criolla, o mejor, paisa, recomiendo la lectura del siguiente artículo que resume mis sentimientos:

http://www.semana.com/noticias-opinion-on-line/personaje-del-ano/118917.aspx

Gracias Carolina.

Ahora, a esta suma de crímenes de guerra, quiero añadir uno que tiene que ver con la política internacional: En el video “odio por amor” hay un alto contenido político antichavista y anticastrista. Quien lea este despeñadero mental más de una vez al mes sabrá que ambos me caen tan mal como Uribe. Invito al lector a ver el video y acar sus propias conclusiones:

http://www.youtube.com/watch?v=4kYql2ZcEBQ&feature=related

41-44 secs: “dos hermanos no se deben pelear”: al principio de la oración y al final aparecen respectivamente las banderas de Colombia y Venezuela. Esto puede parecer bonito… ¿pero cómo?

52 secs: “es tiempo de cambiar - It’s time to change”: al fondo se aprecia la bandera de Venezuela. Se repite un par de veces la imagen.

1:10: “odio”: dice odio mientras pasa sobre la bandera de Venezuela.

1:15 “It’s time to change” pasa sobre la bandera venezolana nuevamente.

2:19 pueden decirme paranóico pero ahí se ve la bandera.

2:28 “It’s time to change” al fono la bandera.

2:38 Idem con la bandera de Cuba.

2:43-44: Pasa por encima de venezuela al decir tiempo de cambiar.

2:51-2:55: Reite varias veces el cormi entras al fondo se ven tres líneas amarilla, azul y roja, con algunos destellos de blanco sobre la azul: una vez más la bandera de venezuela.

Seré un paranóico, pero 7 apariciones de una bandera frente a ciertas palabras parecen querer relacionar esa bandera con ciertos sonidos, ciertos mensajes. Eso no es un acto inconsciente, sino un acto plenamente conciente de antiinstitucionalismo e intromisión en la política de otro país por parte de Juanes. Que tenga la poción política que bien se le entre en gana, pero a lo que no tiene derecho, ni él ni nadie, es a jugar con la mente de las personas para lograr u objetivos, que entre otras cosas, no le incumben realmente.

sábado, 3 de enero de 2009

DMG: Más de lo mismo (o de la vieja nueva Colombia)


Tengo un tanto olvidado el despeñadero mental, al punto de haber ignorado el suceso del año pasado: El gobierno tuvo que (volver) a aceptar los falsos positivos. En esta ocasión no fueron bombas de bajo poder asesinando indigentes, en este caso son “abducciones” de jóvenes (eso me ha hecho temer caminar por mi barrio más que de costumbre) que luego aparecen como bajas de la guerrilla, aunque jamás hubiesen tocado un arma en su vida. Así, se cobran las recompensas y se reciben los honores otorgados a los “soldados” de la “patria” que masacran inocentes para sentir que sirven a algo superior (sin ofender a los pobres rasitos que pasan meses en la selva arriesgando el pellejo porque no consiguieron más empleo). En cualquier país premoderno con un poco de decencia el ministro de defensa hubiese renunciado y posiblemente se hubiese empalado a sí mismo en mitad de la plaza pública para que la gente le tirase tomates. Pero esto es Colombia, y si no tumbamos a presidentes narcos, ociosos o paras, ¿por qué ofendernos por esa tontería?

Pero como la cosa se estaba complicando, y sin tener que esforzarse demasiado, llegó a la vez una tragedia social que se veía venir: negocios de “pirámides” empezaron a derrumbarse en todo el país. Pero como esto es Colombia, esas pirámides se habían vuelto el principal sustento de muchas personas. Por eso, nos culparon de mafiosos y dijeron que nuestra cultura facilista nos llevó al carajo. Yo no perdí dinero con esas pirámides, pero justifico a quienes sí en tanto… Esto es Colombia. En un país donde un profesional sin postrados no suele recibir más de 350 o 400 dólares al mes, y una persona sin estudios no recibe más de 250 o menos, donde el salario mínimo subió en apenas 13 o 14 risibles dólares a pesar de tener muy buena tasas nacionales de crecimiento, en un país donde no hay desempleo porque el “rebusque”, la venta ambulante y el subempleo cuentan como empleos y aún así llegamos a cifras altas (la última que recuerdo era como el 13%)… Cualquiera a quien le ofrezcan fórmulas mágicas para conseguir dinero, tiene derecho a probar. Las tres tonterías que sé de economía me indican que el dinero no se multiplica de la nada así, pero entiendo a quienes sin saberlo invirtieron. Mafiosos quienes a pesar de saberlo, siguieron metiendo, como un par de jóvenes empresarios de apellido Uribe y uno que otro amigo del papá de los muchachos: eso se llama codicia, agravada por el hecho de saberse que ningún negocio legal puede dar esas ganancias. Esos si son mafiosos, el pobre que hipotecó su casa para ganar algo no. Y eso que no quiero hablar de nuestro chupasangre sistema bancario… no ahora al menos.

Pero una de estas pirámides (sin que sea claro que lo sea) no tenía mucho en contra. No había estafado a nadie aún y el negocio parecía sólido. Si bien David Murcia Guzmán estafó a mi prima y una de sus amigas en DMG Producciones cuando hicieron de extra en Bolívar soy yo, la comercializadora no tenía muco en contra. El gobierno decidió intervenirla y oh sorpresa: otra cortina de humo para tapar los falsos positivos. Son cosas tan sospechosas como que a Ingrid Betancourt la rescataran justo en medio del boroloco por la yidispolítica. Es decir, en este país juegan con nosotros de manera descarada y nosotros nos seguimos dejando. A DMG la vincularon con los paras, los narcos, la guerrilla… pero bien pronto la desvincularon de toda la farándula y todos los políticos que no sólo habían metido plata allá, sino que en ocasiones eran socios. La plata con seguridad era cochina, es matemáticamente imposible conseguir el dinero de la nada. A pesar de todo, el presidente sigue subiendo en popularidad (no, no escribí mal).

Hay una crisis social en Colombia, pero su materialización no es la protesta que están haciendo a un par de cuadras de mi casa o la pequeña guerra civil que se formó al sur del país cuando el gobierno cerró DMG y algunas otras entidades. La materialización de nuestra crisis radica en el teatro montado para encubrir los falsos positivos. Esa crisis es un resumen de lo que ha sido Colombia durante la historia: un grupo en el poder (políticos, banqueros…) hace lo que necesite para mantenerse en el mismo. Cualquier forma de ataque al mismo implica una respuesta fuerte, llámese la violencia de los cincuenta, la destrucción de los planes de reforma agraria de López papá, el asesinato de Gaitán, la “retoma” del palacio de Justicia, los asesinatos de Gaitán y Galán, las alianzas con los narcos, el paramilitarismo, la seguridad democrática, el rescate de secuestrados… La lista continua y realmente no quiero seguir. Las promesas de cambio que vinieron con la Constitución del 91 fueron insuficientes para someter a nuestras costumbres políticas coloniales, costumbres de vasallaje donde la palabra del “doctor” citadino no se pone en duda. En este caso, lo que nos tocó es la destrucción de una empresa que, sin importar lo honesta que fuese, estaba poniendo en Jaque al sistema bancario y la economía en varios lugares del país. Las consecuencias de esa destrucción están dadas por la inminente crisis social y económica que, aunque digan que no, ya estaba anunciada. No la crisis de DMG y las pirámides, sino la crisis de la colombianeidad.

¿Qué más decir? No hay mucho. Simplemente esta es una respuesta (cruel como siempre, pero) predecible. Una crisis que amenaza un gobierno, a la que se le responde con los medios adecuados: un chivo expiatorio que curiosamente aparece en el momento indicado, al que le encuentran nexos hasta con la abuelita del papa, que es tan idiota como para poner el logotipo de su empresa en un cargamento de cocaína y que acepta fácilmente sus culpas empuercando hasta el nido de la perra. Si… como no. Y como siempre, poco importa que se acaben los pobres entre sí, ya sea con disturbios o con huelgas de hambre a media cuadra de mi trabajo.

David Murcia Guzmán es un ladrón porque en efecto robó a mi prima. Recuerdo que personalmente fui a buscar hace varios años al que sería un personaje en la vida nacional, el verdadero personaje del año 2008: el que puso a temblar a un país entero más que cualquier paraco, guerrillero o presidente. Me llevaban por si había que partirle la cara, o al menos para asustarlo al ser más feo que él. Esa mañana, en la 13 con 6algo, DMG estafó a mi prima, convirtiéndose en lo que se sería varios años después: una muestra de lo que es Colombia, un país donde las jerarquías y el mantenimiento de las posiciones sociales está tan vigente como en 1800. Un país donde por más que se intente cambiar, tanto por la razón como por la fuerza, seguiremos fracasando, porque son demasiadas nuestras costumbres y nuestra cobardía como para poder lograr una verdadera nueva Colombia.