miércoles, 12 de marzo de 2008

Mataron a Reyes y a Ríos. ¿Y?

Mataron a Reyes y a Ríos. ¿Y?

El último post serio que he escrito refería a mi temor a la guerra en Colombia. Hace rato quiero escribir sobre las consecuencias del asesinato de Raúl Reyes, así que aprovecharé este pequeño tiempo libre para desahogarme. Guerra internacional, no la interna que, aunque muchos la nieguen, nos aqueja. Es de conocimiento del planeta entero que uno de los guerrilleros más viejos del mundo fue asesinado por las fuerzas militares colombianas en territorio ecuatoriano, violando así la soberanía nacional del país del sur, lo cual desató una crisis diplomática internacional, en la que Ecuador, con toda la razón, exigía una sanción para Colombia, mientras Colombia acusaba, como suele hacerlo, a todos sus vecinos de ser simpatizantes y cómplices de la guerrilla. Salimos bien librados en tanto no hubo guerra, pero la diplomacia colombiana demostró ser endeble y contradictoria: mientras unos echaban madres, los otros intentaban arreglar las cosas, y todos a la vez. Podemos preguntarnos algo más allá además de cuestionarnos por la evidente falta de profesionalismo de la cancillería (recordemos que el único mérito del canciller es haber sido secuestrado y haberse fugado), o de que nuestro presidente y sus colegas vecinos hayan recurrido a medir fuerza como gallitos de pelea (cuatro líderes carismáticos, y todos figuras ególatras y con clara necesidad de sobresalir, en eso nos parecemos) jugando a mostrar quién tiene el brazo más fuerte (recordemos que son dos militares y un mamerto contra un finquero, figuras típicamente autoritarias, lo que sumado a su carisma personal nos lleva a una verdadera hecatombe tropical).

¿Para qué sirvió todo esto? No creo en las teorías conspiretas de izquierda y derecha que aseguran que son proyectos expansionistas de USA o Venezuela que buscan invadir los territorios enemigos, sin importar si esto lo dice la izquierda o la derecha. No creo que Chávez sea tan idiota como para intentar invadir Colombia militarmente sabiendo que inmediatamente caerían encima enemigos muchísimo más poderosos que él. Chávez juega sus fichas de manera política. En época preelectoral gringa, por otro lado, sería tonto iniciar una guerra, así que USA tampoco está interesado en iniciarla. Entonces, como se ve, no ganaban los proyectos expansionistas de izquierda o derecha. Tampoco se hubiese ganado una guerra de territorio, pues la selva no está en disputa por ninguno de los dos países, la única disputa territorial que tiene Colombia es la disputa contra nicaragua, bastante lejos de las selvas del Sur. Total, internacionalmente, Colombia perdió imagen: se mostró fragmentada y poco profesional, y en caso de guerra no hubiese ganado absolutamente nada. Sin embargo, se puede argumentar con justicia que el triunfo de matar al “barbuchas” es un triunfo en la guerra interna.

Matar a Reyes, o a cualquier miembro del Secretariado, no hace mucho daño logístico a las FARC, en tanto que la guerrilla puede recuperarse fácilmente de un golpe de estos por su estructura. No es un grupo que se acaba al perder su líder. Sin embargo, la muerte de Reyes si es una dura pérdida moral para el grupo, en tanto que así se pierde a uno d los miembros más viejos del grupo. Se puede decir que la subsiguiente muerte de Iván Ríos es consecuencia de esta pérdida moral. Sin embargo, esa muerte es demasiado sospechosa como para verla así. Ríos era parte del ala política de las FARC, miembro joven del secretariado y quien manejaba parte de la zona cafetera. Los triunfalistas del ejército aseguraban que lo tenían cercado (todos los miembros de la guerrilla vive cercados, lo cual me parece al menos sorprendente: ¿cómo carajos no los han matado a todos entonces, si siempre están cercados?) y que la presión llevó a su jefe de seguridad, alias Rojas, a darle un tiro en la cabeza. Rojas aseguró que se debió a la tristeza por la muerte de reyes, sin embargo, es raro que se haya demorado 3 días en llegar al ejército que estaba respirándole en la nuca, es raro que el resto de la columna guerrillera comandada por Ríos no dijera nada ante la muerte de su comandante, y que no respondiera ante los dos disparos propinados. Esto es más que sospechoso y me huele a promesa de reinserción, de plata y de exilio, en tanto que los noticieros no han hecho más que sacar el rostro de un testigo clave que debería ser protegido. Esto lo están usando para decir “reinsertate que en la guerrilla todos son traidores, mata a tus jefes y te damos plata”… Eso me huele mal, pero bien mal, y no creo que la muerte de Ríos se deba a la presión militar. Y hasta donde sé, aún no ha habido mayores deserciones masivas distintas a las de la columna de Ríos, quienes se rindieron a la presión el ejército y la desorientante pérdida de su líder, ni se ha matado a más miembros del secretariado. Cabe preguntarse si en verdad fue un golpe duro en el aspecto moral.

Sea como sea, no creo que Colombia haya ganado mucho con la payasada que requirió al grupo de Ríos para solucionarse, porque ni interna ni externamente se ganó algo más que desprestigio.

1 comentario:

Mónica G dijo...

Bueno, cabe preguntarse...bueno? jajaj.
Digamos que aquí el problema de Reyes y el otro no es de estructura...digamos que se empieza a cuestionar uno el fin de la pena que supuestamente el Estado debe imponer. Para qué matar a Reyes, luego qué estaba haciendo, ¿No debería haber prisión y resocialización?, y por qué poner talla a los delincuentes, ¿será que el Estado no puede con ellos y cede la responsabilidad de captura a los ciudadanos? gran forma de convertir a todos en unos sanguinarios...¡Terrible humanidad!