viernes, 6 de agosto de 2010

Pero el bien Germina Ya...

Hoy pasó algo chévere en este blog: añadí un gadget con un mapamundi que muestra de donde vienen las visitas y desde donde están mirándolo en vivo. Chévere. Añade un puntito verde a cada visita, y seguramente mis lectores verán que son la única persona que mira el blog. Muy chévere. Aparte de eso, sigue siendo el mismo despeñadero mental de siempre, sin mayor profundidad o inteligencia, insultante y cerrado al diálogo. Si le dan click al mundito pueden darle la vuelta al mundo y ver cuantas personas me están leyendo desde la Antártida. Una chiiiimba. además, es la entrada 50 de este blog, medio centenar de pendejadas on line!!!

Los cambios cosméticos son divertidos. Mañana, por ejemplo, tenemos uno importantísimo en mi país. Mañana mi presi Uribe se quita la banda presidencial y se la pasa a mi presi erecto Santos, es decir, hay que cambiar casi todos los grafitis que insultan al gobierno. Lo bueno es que sólo hay que cambiar el nombre del insultado, porque este cambio es sólo cosmético. Me imagino que si me lee algún uribista o santista, estará diciendo que es el colmo que algo así pueda ser pensado, que Santos no es Uribe y el gobierno será distinto (peor) o que Santos no es Uribe y el gobierno será distinto (mejor). Santos era miembro del partido de gobierno, hasta fue el ministro de defensa que mandó a bombardear un campamento terrorista en Ecuador. Los ecuatorianos no entendieron que les estábamos haciendo el favor de eliminar a la guerrilla de su territorio, les estábamos ahorrando platica, y por eso ahora las relaciones están muy mal con ese país. Somos los únicos que hacemos el favor de violar flagrantemente los acuerdos y tratados internacionales y además de todo quejarnos porque no nos entienden. Peor bueno, hay que volver a pensar en mañana. El cambio de mañana va a ser meramente cosmético, aunque se caben los borolocos con Venezuela y demás vecinos, se acabe la guerrilla y demás. Sería el mismo cambio que hubiese sucedido si quedara mockus o Vargas o pardo o petro. El problema no es de cabeza, es de Colombia.
Tenemos un caso actual que muestra lo que digo: el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, prometió reformas y cambios. Todo el mundo le comió al yeswican de la posesión y ahora… TOOOOMe, los estadounidenses se están oponiendo a las políticas de cambio, no es la american way, ese no es el cambio que querían, básicamente porque es un cambio (eso no quita que yo siga creyendo que es el anticristo… vean el especial sobre el anticristo en history channel!!!). Si en Colombia eligiésemos un presidente con políticas progresistas, respetuoso de las leyes, preocupado por los derechos humanos, por la justicia social, por la independencia de los poderes judiciales y de los mercados, con preocupaciones por reglas sociales y económicas claras y provechosas y reglas para evitar que quienes se vean afectados por el mercado puedan reintegrarse a él y competir en vez de tener que desplazarse… estaríamos eligiendo a Jesucristo. Ya en serio, ese presidente se encontraría con un problema: Colombia. Nuestro problema, insistiré hasta la saciedad, no es político sino social, acá pude estar el que quiera, que todos roban igual. Hay unos más descarados que otros, por ejemplo, nuestro ya casi expresidente era buscado por la CIA por traqueto y paramilitar (aunque ese record se borró mágicamente, como mágicamente mataron a Gaitán) y el actual tiene una orden de captura por atacar ilegalmente el suelo soberano de un país vecino. En Colombia ven casi que con gracia que se le haya chispoteado y que los ecuatorianos ahora estén disque juzgando a nuestro nuevo presi electo, como si no fuera una vaina gravísima lo que hizo y lo que pasa ahora.
Ese es el problema de Colombia. No es simplemente que tengamos una cultura traqueta (no hay cultura más traqueta que los gringos, si no, miren sus ideales y comparen con los de los traquetos: la diferencia está en qué lado del negocio vemos). La cultura colombiana no es meramente traqueta, sino agachada. No concebimos que haya una ley, si, pero nos dejamos mandar por el que sepa tomarse la autoridad. Eso sí, tiene que ser hombre, blanco, de buena familia y bien católico. Por eso Uribe era un perfecto presidente, encarnaba los ideales de la colombianidad, un montañero capaz de tomar café mientras montaba a caballo, un machote muy verriondo. Y por “eso” nos dejamos gobernar. La ley es la pater potestas, el poder del padre, el líder natural. En eso sí somos bien arcáicos. El pueblo no quiere cambiar, y allí radica el problema, la debilidad y la fortaleza institucional de Colombia, en que tenemos una serie de caciques que nos mandan y nosotros bien pendejamente nos dejamos mandar. La globalización cambió eso en las ciudades en parte, sí, pero en general es igual: podemos creer en “otras” opciones, pero a la larga los que mandan y deciden son los mismos sin importar quién sea el figurín que está de presidente… Lo triste es que el cinismo de esta supuesta guerra política (que en últimas es una guerra por el control del tráfico de drogas) cobra más y más vidas de civiles. No de inocentes, porque acá, por babosos y por no levantarnos para protestar por todo esto, no hay inocentes. Esta guerra, como todas, tiene dos bandos, están los buenos y los malos, los buenos somos más… pero somos los que estamos desarmados, los que somos la carne de cañón de este boroloco, que asistimos a este cambio cosmético cada cuatro años para seguir con la misma condena bajo diferente nombre. Pero el bien germina ya.
Me cansé de escribir. Mírense en la bolita y no olviden dar click en los anunciantes, son ellos los que pagan por el internet de mi casa, son quienes me permiten publicar esta sarta de bobadas..

No hay comentarios.: