lunes, 27 de agosto de 2007

Feminismo y falocracia

Estoy bastante molesto. O mejor, puto. Todo por una confusión molesta. Últimamente me he rodeado de feministas, al punto que he llegado a asistir a conferencias de la loca gritona de apellido Thomas. No quiero que me malinterpreten, yo estoy a favor de la eancipación femenina, igual que la de muchos otros grupos. Pero si algo es cierto es que no vuelvo a salir con una feminista ni por el berraco. NI POR EL BERRACO, y la razón es muy sencilla: nadie es más machista que una feminista extrema, ven al macho en todo lado, todo acto humano es una gran prueba de machismo. No desapruebo a teóricas como Carol Pateman o hasta la loca Thomas, aunque sus posturas parezcan a veces demasiado extremas y rallen en la paranoia, pues en efecto tienen sus razones, pero hay un límite para eso.

¿Qué puede considerarse machismo? Tomar a la mujer como menos intelectualmente (aunque ellas mismas se encargan de decir que su fuerte es ser pasionales y menos racionales que los hombres, lo cual entra en franco detrimento con su pensamiento igualitario), negarles oportunidades, despreciar su trabajo, creerlas inferiores… ¿pero creerlas bellas es machismo? El feminismo se apoya en una diferencia básica que se establece entre sexo y género. A grandes brochazos, esa diferencia dice que si bien macho y hembra no son iguales, hombre y mujer lo son. Esta diferencia crucial para el pensamiento feminista en tanto que emancipatoria, pero ha sido deliberadamente ignorada por el “feminismo” que considera a la mujer menos racional, para no decir que las feministas se autoproclaman brutas e impulsivas. De ninguna manera, creo, eso hace que una apreciación estética sea machismo. Según las feministas, considerar a una mujer como una persona físicamente bonita es machismo, no entiendo por qué, seguramente porque se la toma como objeto sexual. Es necesario redefinir objeto sexual, pero eso nos revela que las feministas además de brutas e impulsivas, son feas.

Una apreciación estética, a menos que explícitamente se esté diciendo que lo único importante en una mujer es su cuerpo, no puede ni debe ser considerado como machismo. El problema del feminismo es que supone que las mujeres deberían ser tratadas como hombres, y hasta ahí todo está bien, pero no supone que los hombres debemos ser tratados como mujeres. Si el lector entiende, verá que estoy hablando de igualdad de géneros, iguales oportunidades e iguales derechos, así, tanto ellas como nosotros tenemos el derecho a tener hormonas y a apreciar la belleza. Eso no nos lo pueden quitar. Decirle a una feminista que es bella es casi un insulto, eso es gran prueba de que hay que reevaluar el feminismo y darle cabida a la carnalidad y la pasión en una ideología paranoide que pretende igualar a machos y hembras, y que llega hasta que se pincha una llanta o no hay sillas desocupadas en un bus. Ceder el puesto, por ejemplo, no es machismo, es ser caballero y tal vez bastante feminista en tanto que posiblemente se entienda la diferencia sexual y el cansancio. Por eso, me declaro el peor machista del mundo, pues no dejaré de querer a las mujeres que me hacen el honor de rodearme, que aunque le duela a más de una, son bellas e inteligentes. Soy un machista porque aprecio la belleza interna de as mujeres, si, pero también la externa sin que ninguna demerite a la otra. Soy un maldito machista, y me vale 5 aceptarlo, porque bajo los parámetros pseudofeministas de las paranoides que se creen violadas por un piropo, soy y siempre seré, para mi felicidad y la de las mujeres normales, un maldito machista.



P.d. Si... es por andar con una feminista

4 comentarios:

zero dijo...

(So pena de decir cosas irresponsables y compartiendo la misma indignación):

El feminismo de la axila peluda, amparado en unos de esos tres ideales abstractos y ultraoptimistas que promulgan los franceses, a saber, el ideal de la igualdad, sólo tiene una interpretación compasiva: es una manifestación del dolor que han sufrido silenciosamente las mujeres a lo largo de la historia, una manifestación que debemos escuchar, pues debemos eliminar la causa de ese dolor.

Pero el feminismo se desdibuja cuando habla desde el resentimiento. Machos y hembras no son iguales. POR ESO, Hombres y mujeres tampoco. Además, ¿para qué igualdad? ¿Por qué no luchar mejor por el reconocimiento de la diferencia? (Más precisamente por la inclusión de las diferncias no excluyentes)

Es un pecado -pecado mortal- cambiar un paradigma que estaba mal, el de la superioridad masculina, por otro peor, la eliminación de la diversidad intra e intergenérica. La peor carta de presentación que tiene es que las feministas no son muy femeninas que digamos. Se pavonean como machos. Muchas feministas parecen querer transmitir, no con sus libros, sino con su apariencia y conducta, que quieren eliminar a las mujeres.

El feminismo debe ser sólo una faceta del humanismo. Pero a mí se hace que están rotos esos vínculos.

Unknown dijo...

Yo no sé mucho, teóricamente hablando, de feminismo pero en tanto que mujer digo que la idea no debería ser que las mujeres deban ser tratadas como hombres, creo, y esto es algo completamente personal y subjetivo, que las mujeres no deberíamos estar buscando parecernos a..., o marcar la diferencia con... los hombres, pienso que todo eso asume ya una definición de hombre y de mujer y creo que la definición o prototipo de lo que se entiende por mujer fue definido por los hombres. Creo que lo que las mujeres deberíamos buscar ser, es decir, debemos dedicarnos a buscar nuestra identidad, nuestro "prototipo" dejar de estar definidas en términos de lo contario a. Los hombres, en general, están conformes con la imagen o el prototipo de hombre fuerte, capaz, proveedor, activo, etc., mientras nosotras hemos sido definidas como lo contrario, ¿por quién? por los hombres y por las mujeres también con nuestro consentimiento conciente, indiferente o abnedgado, pero no hay una imagen, prototipo o definición de mujer, hecha por mujeres ¿por qué? porque no nos conocemos como individuas ni como género, y creo que conocernos sería lo primero que hay que hacer y no, intentar recorrer el mismo camino que recorrieron los hombres igualando fuerzas, ni marcar diferencias, algunas discriminatorias y violentas, más de las que ya hay, lo que las mujeres e incluso los hobmbres deberíamos hacer es conocer a las mujeres, y ver que pueden llegar a ser. He dicho.

shaikai dijo...

Curiosamente la opinión de Carolina se acerca a la de Florence Thomas: El feminismo debería tratarse de que las mujeres construyan sus propias identidades a partir de sí mismas, y no tratando de seguir a ultranza el mismo camino de los hombres. Idea con la que me identifico.

Mhaurizio dijo...

Se van a reir... Ando tan paranoide con este cuento, que anoche conocí una muhacha y lo segundo que le pregunté después de su nombre es si es feminista...Me encanta la reacción que está generando ste post, y estoy bastante de acuerdo con Carolina, es necesario construir su historia desde ellas mismas y no como contraposición a los hombres, además, deimitar correctamente la diferencia entre mujer y hembra. Esta posición e similar a la de Florence Thomas, pero lo que no me cuadra de la profesora Thomas es que si bien su tesis es bastante chévere, su discurso es aún de feminista extrema, de esas que quieren ser tratdas como hombres, y eso si no es nada chévere, de mujer llena de odio fálico... es muy feo, y por eso no le creo mucho, como que su ideología no es su ethos, predica, pero no hace lo que dice. Por otra parte, me corté un poquito el pelo...