miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Los uribistas son brutos?

Leo la versión virtual de el espectador con algo de envidia y celos profesionales, pero con alegría de ver que aquel loco con rasta a cuyo carro no me vuelvo a subir ni por el P***, Daniel Pachecho, tiene una columna en un diario (jamás había recorrido el anillo vial tan rápido, realmente me asustó). Me dio hasta risa verlo abrazadito con Benedetti tras proponerle a los jóvenes colombianos que portaran su “dosis de personalidad”. No he leído su columna con juicio, pero me alegra que exista, y me da envidia, ya quisiera yo que estos inocentes alaridos resonaran a nivel nacional…

Una de sus columnas se titula “Los uribistas son brutos”. Por algo llaman uribestias a los seguidores acérrimos de la figura carismática del presidente Uribe. Carismático como Chávez, Stalin, Hitler, Mao… Líderes carismáticos, populistas y con delirio de superhéroes en países que están jodidos por necesitarlos. Ese carisma es lo que nos tiene jodidos.

En mi clase de retórica pongo permanentemente a Uribe como ejemplo de un buen retórico: el tipo sabe que no se dirige a la elite intelectual a la que quisiera yo pertenecer, sino a los votantes. Así, habla suavecito para que todos los columnistas le mamen gallo, pero también para que lo escuche un pueblo. Es cuestión de discurso, simplemente dice a la gente lo que quiere escuchar, y en caso que no quiera, le dice que van a vender la finquita a una multinacionalcita y que tranquilos que él mismo les ayuda a pasar hojas de vida a alguna empresita para hacer servicitos varios. En resumen, los manda a buscar empleo limpiando la mierda de los ejecutivos encopetados de la multinacional que ocupó el territorio del que los desplazaron las fuerzas “irregulares”.

Pero no sólo habla al pueblo, también a una elite con la que mantiene una complicidad. No es precisamente la elite intelectual, sino una elite politicoeconómica a la cual le asegura que va a mantenerles las mismas prerrogativas que históricamente han recibido de altos cargos del gobierno. Los uribistas no son brutos según la microeconomía, por el contrario, son podridamente racionales, es decir, saben lo que quieren y se dirigen a ello. Aunque la mayoría de las palabras del presidente sean el resultado del proceso digestivo de algún cuadrúpedo o bípedo implume (tengo mis reservas sobre los bípedos implumes), consiguen su objetivo: satisfacen una demanda, aunque sea a punta de mentiras (recuerdo a cierto presidente que hace casi 8 años dijo que acababa la guerrilla en doce meses).

A eso, tenemos que sumar la máquina infernal mediática. Los medios de comunicación se han puesto en la tarea de ayudar al presidente, seguramente gracias al mantenimiento de esas prerrogativas. Aquellos medios que están a favor del presidente son los más populares y se encargan de mostrarlo como una inocente víctima. Es decir, en Colombia tenemos un líder carismático y romántico, una pobre hueva a la que la maligna Corte Suprema se la monta, a la que los terroristas atacan, que nunca tiene la culpa de nada sino que simplemente es inocente de todo cargo y a cuyas espaldas se invaden privacidades, se matan civiles… Los medios de oposición son muchos, pero de tan corto vuelo que la gente a veces ni sabe que existen. Además, son acusados de terrorismo aprovechando la estructura psicótica del razonar colombiano: están en mi contra o están conmigo.

Uribe sabe que los intelectuales son sus enemigos. Bromeaba en serio diciendo a algunos de mis estudiantes que fijo en el computador de Reyes hay fotos mías tomando aguardiente con el difunto guerrillero (aclaro, ni me gusta el aguardiente ni me acercaría a alguno de esos sujetos con ánimo parrandero). Esta semana fue capturado en México Alisa “Cienfuegos”, con un extensísimo prontuario de investigación académica sobre la violencia en Colombia. No conocí al profesor Beltrán, pero sí a varios de sus estudiantes, quienes jamás se vieron seducidos por las FARC. La satanización de la oposición, de los intelectuales que se oponen (así no sean de izquierda) es el paso a seguir. Todo lo que salga de las aulas de las universidades será de terroristas. Todo lo que se oponga será de terroristas. Y la gente creerá porque, aunque los de la nacho estemos satanizados y estigmatizados a pesar de ser algunos de los que más nos la partimos y tratamos de sacar la cara por el país, el presi lo dice tan bonito que debe ser verdad.

Alguien, no recuerdo quién, decía que los colombianos tenemos tres características: ser buenos, ser inteligentes y ser uribistas, pero que no podíamos tener sino dos al tiempo. No Daniel, no es que los uribistas sean brutos y nosotros los opositores igual de brutos por no lograr imponernos, es que nos enfrentamos a un tipejo de lo peor, un líder carismático que ofrece a cada quién lo que quiere escuchar. Eso, empeorado por la corrupción tradicional en el país y la ayuda de algunos medios de comunicación. Por supuesto algunos medios dan cabida a columnas como la suya, pero columnistas sensatos como usted son blancos de apelativos como “terrorista”, “chavista”, “comunista”, “mechudo”, “marihuanero” y demás. Los atacantes son, por supuesto, otros medios. Acá no hay lugar para el debate (a menos que quiera que la Gurisatti lo madree y ridiculice por no ser uribista).

Los uribistas no son brutos, son víctimas de una máquina infernal orquestada por un genio diabólico. Uribe de mierda. País de Mierda.

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